La demanda de alimentos del mar y aguas continentales ha aumentado dramáticamente en los últimos años. Prácticamente la totalidad de las pesquerías alrededor del mundo se encuentran en sus límites máximos de sustentabilidad. Ante éste panorama, la acuicultura ha tenido uno de los máximos desarrollos de la industria de alimentos en todo el planeta (10% anual) y se presenta como la única alternativa para satisfacer dicha demanda.

Adicionalmente, esta disciplina cobra un papel fundamental en cuanto a la protección de especies acuáticas en peligro de extinción. Sin embargo, entre los múltiples retos que se debe vencer en cualquier desarrollo acuícola sustentable o para la protección de especies está la prevención y control de las enfermedades. En México y en especial en el Noroeste del país, el desarrollo acuícola requiere forzosamente de atender los aspectos sanitarios y no se cuenta con una institución especializada en esta materia.